El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario.
Existen dos tipos principales de cáncer de mama, el carcinoma ductal—la
más frecuente—que comienza en los conductos que llevan leche desde la
mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen la leche materna.
Los principales factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen una edad avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, el hecho de consumir hormonas tales como estrógeno y progesterona, consumir licor y ser de raza blanca.2 Entre 5 a 10 % de los casos, el cáncer de mama es causado por mutaciones genéticas heredadas.
Para detectar el cáncer de mama, se utilizan diferentes pruebas como la mamografía,
ultrasonido mamario con transductores de alta resolución (ecografia),
una prueba de receptores de estrógeno y progesterona o imágenes por resonancia magnética. El diagnóstico de cáncer de mama sólo puede adoptar el carácter de definitivo por medio de una biopsia mamaria.
En
Estados Unidos ocurrieron, a lo largo de 2012, 226.870 nuevos casos de
cáncer de mama entre las mujeres y 2.190 entre los hombres. En el país
norteamericano fallecieron 39.510 mujeres y 410 varones en lo que va de
año por esta causa, según señaló el Instituto Nacional del Cáncer de
este país americano.
Este viernes 19 octubre se conmemora el Día
del Cáncer de Mama. Se trata del tipo de cáncer más frecuente entre las
mujeres, según indica la Organización Mundial de la Salud. Los
especialistas recomiendan realizarse mamografías periódicamente pues el
diagnóstico precoz mejora el pronóstico de la .
Aunque los hombres también pueden padecer cáncer de mama, las mujeres tienen muchas más probabilidades de desarrollarlo.
Una afección de género
El género es uno de los factores de riesgo de cáncer de mama pues,
según indican los especialistas, las mujeres tienen hasta 200 veces más
probabilidades de desarrollarlo que los varones.
La predisposición genética también desempeña un importante papel en
la aparición de la enfermedad. Tal predisposición consiste concretamente
en las mutaciones de los genes Brca1 y Brca2, que pueden determinarse
mediante un estudio genético.