

En 1955 Ernesto Che
Guevara conoció en México a Fidel Castro y a su hermano Raúl, que
preparaban una expedición revolucionaria a Cuba. Guevara trabó amistad
con los Castro, se unió al grupo como médico y desembarcó con ellos en
Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra, Guevara se
convirtió en lugarteniente de Castro y mandó una de las dos columnas que
salieron de las montañas orientales hacia el Oeste para conquistar la
isla. Participó en la decisiva batalla por la toma de Santa Clara (1958)
y finalmente entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de
Batista.

Dado que el Che se había convertido en un símbolo para los
jóvenes de todo el mundo, los militares bolivianos, aconsejados por la
CIA, quisieron destruir el mito revolucionario, asesinándole para
después exponer su cadáver, fotografiarse con él y enterrarlo en
secreto. Se salvó, sin embargo, su Diario de campaña, publicado en 1967.